La fotogrametría es la técnica que permite hacer reconstrucciones de terrenos y medidas a partir de imágenes aéreas. El objetivo es convertir imágenes planas en información cartográfica tridimensional.La fotogrametría se utiliza en una amplia gama de aplicaciones, como la cartografía, la geología, la ingeniería civil y la arqueología, entre otras. La tecnología ha avanzado mucho en los últimos años, y ahora se puede utilizar tanto imágenes aéreas como imágenes tomadas por satélites y drones para crear mapas y modelos tridimensionales precisos de una zona dada. Estos modelos pueden ser utilizados para analizar el terreno, planificar proyectos de construcción y realizar un seguimiento de cambios en el terreno a lo largo del tiempo.
Gracias a esta técnica podemos conocer las propiedades geométricas de un objeto o una superficial a partir de la información obtenida a partir de varias imágenes consecutivas. Esta información repetida posibilita la obtención de la estructura del objeto. Por medio de un complejo proceso logramos convertir los datos bidimensionales (imágenes planas) en información cartográfica/tridimensional. Con el solapamiento de imágenes consecutivas de un mismo objeto se consigue este extra de información. Una vez obtenidas las imágenes es necesario utilizar un software de fotogrametría que las procese y genere imágenes 3D.
Antes, los topógrafos confiaban en herramientas como las estaciones totales, los receptores GPS y los escáneres láser terrestres para adquirir datos espaciales de alta resolución. A día de hoy, los drones se han convertido en un gran aliado de la fotogrametría por su alto grado de precisión.
Los beneficios que aporta el uso de drones en topografía son múltiples. Gracias a esta novedosa tecnología, logramos resultados óptimos en periodos muy reducidos.
Para ello, equipando los drones, aeronaves no tripuladas, con sensores multiespectrales, LIDAR, RGB o térmicos se generan soluciones de alta calidad, produciendo nubes de puntos y modelos 3D de gran precisión.